¡Lanzamos nuestra propia puja olímpica!

Impreso en el periódico Independiente, Reino Unido, 25 de julio 2012.. Traducción por Mari’a Elisa Pelletta.

Al tiempo que los preparativos para las olimpíadas de Londres se intensifican, a 8.000 km de distancia, nosotros lanzamos nuestra propia puja olímpica. El 27 de Julio de 2012, estaremos en el punto más austral del continente americano, con la mirada puesta en los legendarios mares del sur. Desde el Cabo Froward, en esa salvaje península azotada por los vientos, empezaremos a correr. Una Carrera que continuará cada día, bajo nevadas y temporales, a través de selvas y desiertos, y a veces en condiciones durísimas y extenuantes. Y al cumplirse un año, frente al mar Caribe, habremos logrado ser la primera pareja que haya corrido a lo largo del continente sudamericano, y yo, la primera mujer que lo haya hecho.

¿Pero dónde comienza esta loca historia? Al fin de cuentas, como remarcaron bien nuestros padres: “¡Ustedes no son atletas!” Fue en 2009. Nos encontrábamos en el Caribe, en nuestro viejo velero de madera, haciendo un sondeo de las aves del lugar. Una sola idea ocupaba nuestras cabezas; ¿qué tipo de expedición podríamos crear nosotros, que cautivara la atención de la gente, generara interés por el maravilloso mundo natural de Sudamérica, y encendiera el deseo de preservarlo?

Se nos ocurrió recorrer el Amazonas de este a oeste, pero descubrimos que ya había otro británico, Ed Stafford, haciendo precisamente ese viaje – y haciéndolo muy bien por cierto. Se nos ocurrió después caminar el largo del continente, y treparnos, como signo especial del viaje, a los “techos” de los árboles más antiguos, pero luego de dos semanas atravesando solos el Amazonas, nos dimos cuenta de que avanzábamos tan lento que el proyecto nos llevaría varios años concluirlo!

Y así surgió la idea de correr. A los dos nos encanta correr, lo hacemos en las montañas del Reino Unido. Es una acción lo suficientemente lenta como para que uno pueda toparse con liebres, halcones peregrinos o tejones, pero al mismo tiempo rápida, para cubrir una distancia considerable por día. También es duro; implacable con el cuerpo y la mente, sobre todo cuando sopla el despiadado “pampero” en Argentina, o cuando una montaña andina tapada de nieve se interpone en el camino.

Con el altas abierto sobre nuestras rodillas, empezamos a planear el recorrido. Nada fácil en un continente como Sudamérica, que desborda de vida silvestre y superlativos: la cadena montañosa más larga, el río más ancho, la selva tropical más grande, el desierto más seco, los países con la mayor biodiversidad…. Necesitábamos una ruta lo más directa posible. Cabo Forward era el comienzo más obvio. Seguiríamos luego a lo largo de los Andes, doblando a la derecha hacia Bolivia y encaminándonos a Manaus a través del Amazonas, atravesando el escudo de Guayana hacia el mar Caribe.

La Carrera sería como un subproducto de un proyecto más grande; generar conciencia y fondos para salvaguardar los ecosistemas de Sudamérica en peligro, y establecer un vínculo entre la gente y sus acciones diarias, con su supervivencia. Nuestra “BigToe Classroom” (Aula “pie grande”) convocará a alumnos de escuelas a participar en una expedición real; para alentar una actitud de “sí se puede” y alimentar el amor a la naturaleza. Mientras que el “Mega Transecto” satisfará nuestra urgencia, como ecologistas, de contar las plumas que pasan y los ocupantes peludos del continente. Correremos sin equipo de soporte; arrastrando nuestra aula, que se transforma en centro de redacción, cocina y dormitorio, todo concentrado en un tráiler reciclado.

Vadeamos mares de papeles en busca de subvenciones, acosamos a posibles patrocinadores, creamos el sitio web, y elegimos dos instituciones benéficas: Conservacion Patagonica (CP) y BirdLife International (BLI). CP está trabajando en la restauración de una parte de la Patagonia para convertirla en un Parque Nacional. BLI están logrando hazañas conservacionistas increíbles a lo largo del continente, y por medio de su asociada boliviana, Armonίa, secundaremos la conservación de guacamayos en crítico peligro de extinción.

La gente a menudo nos pregunta cómo sobrevivirá nuestro matrimonio a las inclemencias de la expedición. La verdad es que en esta expedición tendremos mucho más espacio y libertad que en nuestro bote, que fue nuestro hogar y lugar de trabajo durante los primeros cuatro años de nuestro matrimonio, cuando zarpamos del Reino Unido.

Las reacciones que encontramos frente a nuestro “5000mileproject” van desde la incomprensión, con una mezcla de sorpresa y la inevitable mirada inquisitiva en búsqueda de signos de locura en los ojos de estos dos “Forest Gumps” parados frente a ellos. Después de un año de planificación y entrenamiento, cada paso que damos nos acerca más a nuestro objetivo. ¿Soportarán nuestros cuerpos el trajín y el dolor y el cansancio? ¿Lograremos ayudar a conservar aunque sea un poquito de este mágico continente? Estamos a punto de averiguarlo.

 

Katharine y David Lowrie tienen 34 años, son de Devon y Northumberland respectivamente. Este equipo de ecologistas aventureros contrajo matrimonio en 2008 y zarpó del Reino Unido para llevar a cabo el primer censo completo de la reproducción de aves marinas en el Caribe oriental, y un extenso programa de educación marina. Han publicado “Seabird Breeding Atlas of the Lesser Antilles” y navegado 20,000m circunnavegando Sudamérica. La Carrera a lo largo de Sudamérica es un sueño que busca inspirar y conectar a la gente del mundo con la increíble belleza natural de este continente.

GRACIAS MARIA PARA LA TRADUCCION!

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